Descripción
Con sobrada razón, Justo P. Sáenz (h.) definió el Vocabulario y Refranero Criollo de Tito Saubidet como «una importante contribución al estudio del folklore pampeano». La obra fue el resultado de las felices experiencias vividas por el autor en la región de Tapalqué, en la que se recogió después de vivir durante veinte años en Francia, cuando sintió que «la atmósfera grata de París» ya no alcanzaba para desvanecer «el arrullo nativo» (José León Pagano). Aquí, su mirada se dirigió hacia el horizonte rural que había inflamado su espíritu infantil y hacia sus protagonistas: el peón, el resero, el domador y los gauchos auténticos que había llegado a frecuentar y de los que ya habían quedado pocos. Los captó con el lápiz y el pincel, pero también aprehendió sus costumbres y su habla, sumando al registro visual el auditivo.
Así surgió este soberbio inventario de voces y modismos gauchos que publicó con sus ilustraciones en 1943. Según Saubidet, su intención no era hacer literatura, pero sí una obra profundamente argentina, en la que se conservaran expresiones y usos próximos a desaparecer o adulterarse. Lo guiaba un propósito claro: recuperar un tiempo ya perdido. Por eso, si bien la obra vale como documento antropológico, la emoción que la inunda y la experiencia de lo vivido y sentido con inmediatez que trasuntan sus páginas la transforman en un testimonio de un temps retrouvé. Recobrado para su posteridad, para los que no tuvieron la dicha de ver y oír lo que él llegó a ver y oír y logró salvar para la memoria colectiva de los argentinos: esa forma de hablar y actuar del paisano que, tal como el autor lo advirtió en su prólogo, deben «tenerse en cuenta para la orientación de la nacionalidad».
Roberto D. Müller.