DE SALTA A LA INDEPENDENCIA

Descripción

La batalla de Salta constituyó el auténtico prolegómeno de la independencia argentina. Sobre todo, representó la imposibilidad de que los realistas avanzaran sobre Córdoba y luego sobre Buenos Aires, estrangulando de tal modo a la Revolución y devolviéndonos a manos de España. En este sentido, la desobediencia de Belgrano a las insistentes órdenes del gobierno de retroceder y no presentar combate fue una decisión inspirada y salvadora. Este hombre no había sido preparado para el olor de la sangre y la pólvora, sino para el de los papeles de los despachos de abogados y el de los libros. Quizás el general más culto de la Revolución, siempre encontraba tiempo para leer o escribir, incluso en vísperas del combate o acorralado por la enfermedad. Salta, a pesar de Vilcapugio y Ayohuma, significó el principio del fin del dominio español en América. El círculo de hierro terminó cerrándose gracias a la acción coordinada de San Martín y Bolívar al otro lado de los Andes. Sin embargo, antes, en 1816, la situación estaba tan clara que el Congreso reunido en Tucumán declaró la independencia, algo a lo que no pudo llegar la Asamblea del año XIII. Belgrano pudo ver esto, pero no desgraciadamente la clausura definitiva del período colonial con la victoria de Ayacucho de 1824. Murió cuatro años antes, cuando la guerra civil empezaba a desangrar nuestro territorio. Y si San Martín y Bolívar fueron los libertadores de América, él lo fue, sin duda, de la Argentina. Esta obra no sólo es una evocación de la batalla de Salta, así como de mucho de lo que la precedió y siguió, sino también nuestro más sentido homenaje al prócer.