El gaucho, costumbres y tradiciones

No es la finalidad de este libro describir y detallar todas las costumbres y actividades del Gaucho, ni efectuar un análisis de su personalidad , sino referirme a algunas de éstas que presentan especial interés . 

Luego de una breve semblanza de este personaje rural de nuestra historia, analizaré su participación en la primitiva economía colonial rioplatense, relacionada con sus habilidades como diestro jinete en una de sus actividades donde se destacó como insustituible actor en las llamadas “vaquerías” , las que se iniciaron inicialmente , destinadas a la matanza y extracción del cuero y del sebo del ganado vacuno cimarrón ,o la posterior la captura y arreo de este ganado , para poder incorporarlo y aquerenciarlo en las primitivas estancias.

Con posterioridad , intervino en la industria de los saladeros, donde comenzó el aprovechamiento de la carne de los vacunos , secada y salada para su exportación , y como carretero o picanero en las caravanas de carretas, y como postillón en el tiro a la cincha de las diligencias y galeras .

Para esas actividades que lo llevaron a participar en las tareas propias de la ganadería vacuna extensiva, e incluso para su libre deambular por la inmensa llanura pampeana , el gaucho contó con su principal herramienta que fue el caballo criollo , descendiente de los caballos introducidos por los españoles , que capturaba entre los “baguales” , que poblaban también la llanura, a los que debió atrapar con su lazo y boleadoras , domarlo y adiestrarlo para utilizarlo en su actividad ecuestre, lo que efectuó con eficiencia ,sin conocer ni recurrir a ninguna escuela de equitación .

Su “recado” o conjunto de arreos de montara para la práctica de esa equitación , los tuvo que obtener en forma exclusiva del cuero de vacunos y yeguarizo, único material a su disposición para confeccionarlos , sin otra tecnología que la que fue desarrollando con el tiempo , sin recurrir a curtiembres o talabarterías , inexistentes en la llanura , a la que llamamos “la cultura del cuero crudo”.

En los entretiempos de esas tareas, el gaucho que no era un asalariado ni tenía compromiso con patrón alguno, se entretuvo con dispares actividades , entre las cuales describiremos una de las más características que fueron las carreras de caballos , o “cuadreras”.

Finalmente ,cuando esa llanura despoblada y salvaje se civilizó, se mestizó el ganado, se alambraron los campos y llegó el progreso , sin abandonar su carácter independiente y ecuestre , el gaucho se convirtió en arriero o“resero” , para conducir el ganado entre estancias y ferias por los callejones que entonces le circunscribieron la posibilidad de su anterior y errante cabalgar por la llanura sin reglas , sin límites y sin obstáculos .

Así lo recordamos finalmente cuando esta actividad también desapareció, y el gaucho no fue más resero , pero sin perder sus habilidades ecuestres y su particular cultura, dejó el galopar libremente por la pampa o tranquear por los callejones , para integrar como capataz o hábil peón las dotaciones del personal de las estancias, que forjaron el progreso de la ganadería de la Argentina moderna.

Pero muchas de sus costumbres , actividades y artesanías de este personaje hoy extinguido, han sido trasmitidas a nuevas generaciones de hombres “camperos” , consolidando lo que finalmente podemos definir y calificar como “tradiciones gauchescas”.